La Barbie Sirena y el alemán

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Cabizbaja y al borde de lágrimas, la dieciochoañera Blue me dijo:

- Esto ya no tiene sentido, no sé qué hacer, una parte de mi se ha ido. El alemán era lo mejor he tenido y no hay nada ni nadie mejor que él; él es el amor de mi vida.

- Pero Blue, tú puedes… -fui bruscamente interrumpido-

- ¡Ya José! Simplemente, mi vida: no tiene sentido.

Isabella jugaba con su Barbie Sirena… Majo tuvo el atrevimiento de pedírsela.

- ¡N O - T E - L A - P R E S T O! – le gritó, para seguir jugando-

La madre de Isabella tuvo que intervenir arrebatando la Barbie de su hija para prestársela a su sobrina… pero Isabella empezó a llorar y entre plagueos alegaba:

- ¿Ya para qué juego? ya no sé qué hacer, mi diversión se fue. Esa Barbie era lo mejor que he tenido. No hay nada mejor que ella; ella es lo que más quiero en la vida.

- Pero Isabella, tú puedes… -pero su madre fue bruscamente interrumpida-

- ¡Ya mamá! Simplemente, mi vida así: no tiene sentido.

Le arrebaté la Barbie a Majo para devolverle el "sentido" a la vida de Isabella quien regresó felizmente a su estúpido juego donde Barbie Sirena (inexplicablemente) andaba en bicicleta sin tener piernas. Pero bueno, no me quejaré, porque la última vez que jugué con Isabella íbamos en el coche pretendiendo ser un panqué y una piedra voladores… cosa que tampoco tiene sentido… pero bueno, para Isabella la lógica es sólo parte de la imaginación de los adultos.

Majo, ya sin la Barbie, iba a reclamarme el despojo, pero mi sonrisa, le interrumpió, y en vez de eso, me hizo un gesto como exigiendo una explicación.

Le dije que le explicaría en el coche. Ella brincó a la camioneta y fuimos a la sección Barbie del supermercado. En una especie de paraíso posaban entre otras, Barbie Sirena, Barbie Policía, Barbie Enfermera, Barbie Maestra… Ella, no sabía cual escoger –horrible situación, a mi también me ha pasado pero por desgracia mi campus es diferente, y las Barbies se complican aún más-. De pronto se le iluminaron los ojos aún más al ver a la Barbie Top Model con vestido rosa, accesorios y un set de belleza -todo incluido- para que la muñeca quede tan guapa como Lore.

Emocionada se estiró para tratar de alcanzarla, pero como estaba en lo más alto, le faltaron como 90cm. así que intervine yo y se la compré.

Llegamos a mi casa y emocionada Majo sacó a la Barbie Top Model y se puso a jugar. Isabella la vio y cuando estaba a punto de pedírsela la detuve y le dije… pero si lo mejor que hay, hubo y habrá en tu vida es la Barbie Sirena que ni zapatos se puede poner… ahora juegas con ella el resto de tu vida y no se te ocurra pedir otra Barbie, tu ya tienes la “mejor” Barbie que puedes tener en tu vida.

- José, me equivoqué, la Barbie Sirena no es lo que más quiero en mi vida, no es lo mejor de mi vida…

Entonces fuimos a comprar otra Barbie Top Model. Las dos jugaron felices.

La dieciochoañera Blue, en poco tiempo, conocerá al Ken Top Model… y tácitamente me reconocerá: “José, me equivoqué, el alemán no es lo que más quiero en mi vida, no es lo mejor en mi vida, no es el amor de mi vida”.