Siempre hay un as bajo la manga… pero nos enredamos en nuestra propia ropa. Enfocamos la suerte en diamantes… cuando nuestro as es de corazones. Y es que tal vez no acabas de fracasar en el objetivo, porque realmente, ese no es el objetivo. Nuestro verdadero futuro, tal vez lo definen diferentes cartas que las que siempre estamos pensando.
Wow no sabía que escribias tan bien Josee! sigue así :)
ResponderEliminarmuaaaaahs