- Ya sé que te acabo de conocer, pero por favor, NO te vayas.
- José, no me quiero ir, pero mi papá ya llegó por mi.
- No me puedes dejar así, te suplico que te quedes. –le dije-
- Si me quedo mi papá me mata.
Parecía que todo estaba perdido. Me equivocaba.
- Vivo cerca, sigue a mi papá. No entres a mi fraccionamiento, espera ahí 5 minutos.
Seguí cabalmente sus instrucciones. Salió descalza. Para no hacer ruido. Nos dirigimos a un bar al que nunca llegamos. Su valentía me dejó cautivado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario